Los brazos oscilantes (también llamados barreras o paletas) en los speed gates o torniquetes de control de acceso pueden estar fabricados en vidrio o acrílico, y presentan diferencias clave en cuanto a resistencia, seguridad, estética y costo.
Material: Vidrio templado (generalmente de 8 a 12 mm de grosor).
Ventajas:
Mayor resistencia a impactos y rayaduras.
Apariencia premium y elegante, ideal para entornos corporativos o de alto tráfico.
Mayor transparencia, lo que mejora la visibilidad en sistemas de seguridad.
Durabilidad a largo plazo sin amarillamiento.
Desventajas:
Más pesados, lo que puede requerir motores más potentes.
Fragilidad ante golpes extremos (pueden romperse en pedazos pequeños si se quiebran).
Costo más alto en comparación con el acrílico.
Material: Polimetilmetacrilato (plástico resistente).
Ventajas:
Livianos, lo que reduce el esfuerzo del motor y prolonga su vida útil.
Más económicos que el vidrio.
Resistentes a impactos (no se astillan como el vidrio).
Fáciles de personalizar en color y opacidad.
Desventajas:
Menor resistencia a rayaduras y productos químicos.
Pueden amarillear con el tiempo debido a la exposición UV.
Apariencia menos premium en comparación con el vidrio.
Elegir vidrio si se busca mayor durabilidad, estética profesional y resistencia en entornos de alto tráfico.
Optar por acrílico si se prioriza economía, ligereza y menor riesgo de rotura peligrosa (ideal para lugares con alto riesgo de impactos accidentales).
Ambos materiales son comunes en speed gates, pero la elección depende del presupuesto, entorno de instalación y requisitos de seguridad.